Sobre el primer domingo de Adviento

Amanecer

 

Hoy la tradición cristiana marca el inicio del tiempo de Adviento. Es momento de reflexionar largo y tendido sobre la verdad de la vida, y dejarnos de las ilusiones de tantos mercaderes que nos quieren vender espejitos.

Un viejo catecismo nos dice que por nuestra misma naturaleza estamos inclinados a aborrecer a Dios y al prójimo. Así somos y así seremos siempre, si no somos regenerados por el Espíritu Santo. Ese mismo catecismo dice que cada día acrecentamos nuestra deuda, y tiene toda la razón.

Conforme a la Sagrada Escritura, podemos escapar de esta tragedia gracias a una «buena noticia»: que Jesucristo, el hijo de Dios, se hizo hombre, vivió entre nosotros, murió por nosotros y resucitó, para que tengamos vida eterna y esperanza en su nombre.

Cortemos esta espiral de maldad y tragedia. Cambiemos nuestro norte. El tiempo se ha cumplido. Vayamos a Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre, puesto que con Él y en Él hay esperanza, y la certeza del amanecer después de la larga noche.

«El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio». (Marcos 1:15).

 

Fotografía: Muchas gracias a Sunday in the South - Gene Brooks.

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